Supongo que los señores de la Real Academia de la lengua saben diferenciar muy bien entre un hogar y un piso de estudiantes... Seguro que ellos saben, pero yo, con todos mis respetos, discrepo.
Un día llegué a un pisito de estudiantes con una casera cotilla y sin microondas, con una compañera de clase, con mi carrera estudiantil al borde de la desaparición tras un año anterior en blanco...
De aquel día hacen ya cuatro años....Ahora soy médico (jajaja ,qué cosas...) y voy a empezar la residencia. La compañera de clase se convirtió en lo más parecido a una hermana que he tenido, y llevo una hora llorando porque me he mudado a un piso nuevo...Y he tenido que dejar MI HOGAR... No sólo el mío...el HOGAR DEL ESTUDIANTE
Avda de Murcia n. 16, apto 204, dejó de ser un piso para convertirse en un hogar de todo el que quisiera sentarse en sus incómodos sofás... Porque en aquel lugar siempre había un té y muchos pastelitos ( y si no había bajábamos a “La gracia de Dios”) o un café en una cafetera china a la que Victoria había bautizado como “italiana” para darle más glamour..
Siempre había espaguetis y ensaladas, y patatas, y pizzas quemadas en nuestro horno Pasteur ( eso de limpiar tanto el horno es para los que no se han leído el manual de Don Ramón Gálvez...)
Y música, mucha música . Porque para todos los momentos había una canción. Así, dejaron de valernos las excusas y las flores de alquiler; así supimos que la cobardía es asunto de hombres, no de amantes, que así luchamos contra el vértigo, así nos inyectamos con la infecta jeringuilla sin querer abstinencia, así ,como camicaces enamoradas, yo me iba a dormir al rincón de una escalera y tú asumías el riesgo de no prestar atención a frases del tipo ese tio va a ser tu ruina...Así invocábamos que “it’s got to be perfect” antes de cada examen, dormíamos negritos y denunciábamos que las barras y las estrellas se adueñan de las banderas.
Y libros...Algunos bonitos, como mi eterno Machado o tu eterno Miguel Hernández... otros con palabrotas que terminan en “itis”,con muchos microbios malignos, con problemas sobre pollos merluzas y ensaladas que nos daban hambre de madrugada...Y alguna que otra patobiografía
Y un panel gigante, inventario de la fauna que nos dio clases y de todos los visitantes que querían dejar su huellita gráfica en el hogar... Porque huella, en verdad, dejaban todos y cada uno de los seres vivos que nos visitaban..
Y todo lo que hubiera era de quien quisiera venir con nosotras... Y quien viniera podía hasta presenciar como resucitábamos al fantasma de la república y cantábamos canciones de Serrat para molestar a los fachas de los vecinos...O como llamábamos a Manolo, el mejor vecino del mundo, poniendo voz de ballena desafinada.
Por que el hogar traía incluido un vecindario muy divertido... con un gaditano obsesionado por tener “ otra pozibilidá” que no se rendía contigo, con un Puter muy bonico por dentro y por fuera, un Antonio que traía napolitanas y me defendía de cierta persona a cambio de una sesión de Woody Allen, una Anilla, un Guillén de la Toilette que vivía con los “Curís” un violinista del que estaba enamorada hasta habló de sus gases y destrozó mi mito, su compañero de piso, padre genético de cierta nena a la que puso nombre Goytisolo...
Edad de Piedrix y sus orines oscuros, los otros, los porretas, los quinquis, mi compatriota asmático y “gayesco”... la mujer que se bebió una tienda y aún así era vice presidenta de la comunidad...Martín Burguer King y su mujercita rica y su gato... El Choped más cosmopolita del mundo,su amigo inglés morube " deiiiivi".....El presidente dentista y malo y, el mejor de todos... MANOOOOOLOOOOO
....No soy una niña, pero tampoco soy mayor...Sólo soy una idiota que llora sin parar por tener que cerrar la puerta de ese lugar..
Esos sofás incómodos y feos han sido testigos de uno de los periodos más intensos de mi vida... En ellos he llorado mientras aprendía a perder y a estar perdida, me he escondido de la soledad como he podido, he estudiado todo el día y toda la noche, he aprendido a seguir cuando se te rompen las alas, he leído cosas que me han seguido ayudando a crecer y a ser crítica, otras que ya se me han olvidado...... me he reído hasta tener agujetas.....He querido,he olvidado,me he ilusionado,me han hecho daño, desenamorándome y jurando no volver a caer en la trampa más antigua del mundo....Y aún así, en ese mismo sofá, me he vuelto a enamorar.
Bendito sean mis sofás sabios e incómodos, los indiscretos muelles de mi cama, los hongos de las cortinas de la ducha, los coprolitos de Nur que se comieron Manelito y Maggie, el colchón que nos regaló la madre de Pablo, en que tantas personas distintas han dormido, las manchas que nunca limpiamos, las bombillas fundidas que nunca cambiamos..
Bendita sea la vida que allí vivió y que nosotras vivimos.
3 comentarios:
Joder!. No te conozco de nada y has conseguido sacar una lagrima de este tigre iracundo que prometió no llorar!.
Me ha encantado tu post. Es una parte de una vida tan bien narrada!. No me extraña que te guste Machado. El no lo hubiera descrito mejor. Recuerda.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—;
mas recibí la flecha que me asignò Cupido
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñò el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansiòn que habitò,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje
y esté a partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Un beso
Vaya, gracias:) La verdad es que cerrar esa puerta ha sido dificilito
Pero bueno, nunca comparable al querido Machado, jeje.
Un besito, gracias :)
No me extraña que haya sido duro!. Lo has transmitido a la perfección.
Ya veo que coincides en mi máxima de que la vida es lo que nos va pasando mientras esperamos que ocurran otras cosas!.
Espero que tu nueva puerta sea tan dichosa!.
Un beso
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