Cómo olvidarte, José...

Estoy convencido de que hay que seguir diciendo no, aunque se trate de una voz predicando en el desierto...

Aunque con unos días de retraso, debía este pequeño homenaje a mi queridisimo novelista, crítico y ser humano, José Saramago.

Llevaba varios días pensando en hacerlo,pero hoy, tras leer unas letras de uno de los principales órganos del Vaticano, el periódico L’Osservatore Romano,publicadas inmediatamente ser noticia su muerte,me he decidido a hacerlo totalmente.
En este periódico, mi admirado Saramago es calificado de“populista extremista”: “fue un hombre y un intelectual de ninguna admisión metafísica, hasta el final anclado en una proterva confianza en el materialismo histórico, alias el marxismo”.

Supongo que no hay de qué extrañarse si se conoce al escritor... con novelas como " El Evangelio según Jesucristo" o " Caín", o simplemente con frases como esta:

“las religiones, todas ellas, sin excepción, nunca han servido para aproximar y congraciar a los hombres; (…) por el contrario, han sido y siguen siendo causa de sufrimientos inenarrables, de matanzas, de monstruosas violencias físicas y espirituales que constituyen uno de los más tenebrosos capítulos de la miserable historia humana. Al menos en señal de respeto por la vida, deberíamos tener el valor de proclamar en todas las circunstancias esta verdad evidente y demostrable, (…) Dios no es más que un nombre, nada más que un nombre, el nombre que, por miedo a morir, le pusimos un día y que vendría a dificultar nuestro paso a una humanización real”.

Me imagino porqué no les guataba él a la iglesia... me lo imagino, pero no termino de entenderlo, ya que si nuestra Iglesia fuera coherente, debería estar del aldo de los que defienden el humanismo, la justicia para todos... pero creo que a ellos les sigue pareciendo más interesante defender a embriones de 2 meses que a niños de 10 que se mueren de hambre...

No quiero desviarme del tema, y hoy quería hablar de Saramago, del gran dramaturgo, del grandisimo novelista y del inolvidable pensador, crítico y luchador.

Las novelas de Saramago no son las más fáciles de leer. Tienen un ritmo frenético, incesante, complejo, pero maravillosamente bien hilado... no serán las más fáciles,pero tal vez sean de las más conmovedoras, interesantes y críticas...

A sus noovelas, es imprescindible sumarle sus comunicaciones, sus artículos, sus siempre críticas y oportunas intervenciones en manifestaciones, en periódicos, incluso, en la tan censurada a los humanistas, televisión.

Así que adios, José.Jamás olvidaré que tú sí sabías criticar las injusticias, que no te vendías a los medios. Que sabías estar del lado de las pequeñas superpotencias que lleva cada ser humano en su interior... Gracias por alzar tu voz, gracias por tu lucha, gracias por tus letras, tus historias....

Cómo olvidarte, querido José.