Para algunas personas ( por desgracia, cada vez menos) llega un momento en la juventud, en el que tus ojos se abren y empiezas a desarrollar eso que se llama "espíritu crítico" y empieza a molestarte ver los anuncios que te invitan a que simplemente consumas, y empiezas a mirar las noticias, y a leer libros en los que se cuentan muchas más cosas que historias de amor...
Esa dulce rebeldía te empuja a hacer cosas, a rodearte de determinadas personas, a mirar el alrededor de otra manera diferente...
Te juras vivir tu vida con coherencia, te juras no caer en manos de bancos, de grandes multinacionales... Te juras seguir siendo rebelde y fuerte toda tu vida.
Pero un día sales a la calle, con las manos vacías y el corazón lleno, y todo comienza a ser dificil... y necesitas meter tu dinero en el banco, y necesitas comprarte un coche para desplazarte, porque hasta tu trabajo no llega el bus... y necesitas comprar comida que no sabes de donde viene, y te encuentras con un ordenador hecho de piezas que probablemente vengan de minas de África en la que mueren niños cada día...
Una vez, un sabio y viejo anarquista dijo a un joven que no es necesario vivir la vida de un modo teoricamente perfecto...siempre que lo sepas, que sea necesario, y que nunc,a nunca dejes de luchar.
Es duro y dificil saber donde está la barrera de lo necesario, saber cuanto calor puedes llegar a pasar antes de poner el aire acondicionado, saber hasta cuantas veces puedes usar el coche...saber donde está la linea de la coherencia.
Pero la coherencia está en el corazón, y la oimos todos los días, al final nos salvará... o eso espero....
Y sobre la lucha de un joven economista contra el sistema en el que ha sido educado, y sobre sus dudas sobre como ganarse la vida, va este poema, que en realidad es una preciosa canción...
Y sí, el joven economista, es mi hermano.
Ánimo, enanín
Vista asediada,
Alzar los brazos, sin refugiarme en cuanto creí
Labios rasgados por la esperanza
de que había tizas que reflejaban el matiz
Si estamos vivos, no somos nadie,
cuando en conjunto nos deboramos por subir
y en estrado siguen vociferando
que el egoismo conduce a crear nuestro elixir
No es el fin del cuento,
nada se va a hundir
y ya sé de sobra que yo sigo aquí
no es La Panacea lo que se perdió
pero mis bocetos algo se atenuó
y ya no sé, la verdad si está vigente
ni si es mi viento lo que me toca fingir
Conservar los murmullos, el gradiente...
y ubicarme desde donde quise huir...
allí donde pude al fin..
Teorizar suposiciones es su racionalidad
y dogmatizar ideales que te empiezan a golpear
es el juego de unos pocos el que al resto viene mal
que de aquí a diez mil leguas sólo es viable el capital
Teorizar suposicines es su modo de actuar
teorizando ideologias de ortodoxa realidad
no me creo que esta historia, nos lleve a maximizar
los teoremas no son nada sin el corazón detrás
No es el fin del cuento,
nada se va a hundir
y aún nos sobran fuerzas para reincidir
no es La Panacea lo que se perdió
el poder es suyo, pero es nuestra voz
y ahora sé, la verdad está vigente
y es más cierto explicar lo que viví
Conservar la utopia siempre al frente
ser coherente... y resistir
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