( Marcos niño, interpretado por Manuel)
Familiares y amigos, hoy quiero hablaros de una película, que a mi entender es 100% recomendable: Entre lobos.
Con sencillez, que no simpleza, narrativa, y una fotografía impecable, el director Gerardo Olivares, nos da a conocer la historia de Marcos Rodriguez Pantoja, aquel "pequeño salvaje de Sierra Morena"
Este niño, que aún vive, fue dado por su padre ( empujado por su madrastra) a un pastor de Sierra Morena, que trabajaba para el mismo señorito que él. Así pasaron unos meses en el campo, en las cuevas de Sierra Morena, en los que el pastor le enseña que para sobrevivir en el campo, la solidaridad y el respeto son más importantes que la fuerza y la crueldad, y que con estas banderas, podría llegar a una complicidad, incluso con los temidos lobos. Un día, el viejo pastor muere, quedando el pequeño Marcos, sólo en el campo. Esto sucedió en la película... en la vida real, el pastor se marchó, no sabemos dónde...
Es aquí cuando empieza la verdadera aventura.
Una aventura que nos muestra como Marcos, magníficamente interpretado por Manuel Camacho, interioriza lo aprendido, mostrandonos que para sobrevivir en un medio hostil es más importante la solidaridad que la violencia, la complicidad que la exclusión...
Según el testimonio real de Marcos, «Un día oí ruido detrás de unas rocas. Me acerqué y había unos lobeznos. Les fui a dar comida, a revolcarme con ellos… Vino la loba y lanzó un mordisco… Me fui… Un día estaba en la cueva y entró la loba. Yo me fui al fondo… Creía que me iba a comer… ¡Como antes me había atacado! Pero me dejó un trozo de carne… Me lo iba acercando… Y al final se acercó y la abracé… Y fueron confiando en mí. Yo les daba comida y jugaba con los lobeznos y poco a poco, así, fue como me fui convirtiendo en el jefe de la manada"
Lo sacó la Guardia Civil del monte cuando Marcos contaba ya 19 años. Un guarda de una finca próxima lo delató y lo prendieron. Aquí termina la película, para saltar al final, cuando sale el verdadero Marcos....
Pero de la historia real él nos cuenta, que lo mandaron para Madrid. Con unas monjas. El mismo día que lo cristianaron lo mandaron al servicio militar. Carne de cañón. Cuando se licenció le recomendaron irse a buscar trabajo a Mallorca. Allá se fue. Y cayó en manos de gente que lo maltrató, que se rió de él, que lo menospreció. A él, que se había criado con lobos...
Viendo esta película, y conociendo esta historia, yo me cuestiono aquella frase de Plauto, que luego hizo suya Hobbes, " El hombre es un lobo para el hombre"... ¿ qué es ser lobo? ¿ qué y cómo es ser un hombre?
Al acabar la película, sale él, el verdadero Marcos, aullando, feliz en una roca, abrazando un lobo. Y una frase que me conmovió " En 45 años, no he aprendido nada de los hombres, y nada está tan cargado de verdad, como aquellos años que viví entre lobos"
( Marcos, hoy)
Esta historia es un canto a la naturaleza que, con la ternura del protagonista y la poesía de las imágenes, nos recuerda a los humanos la necesidad de recuperar el equilibrio perdido. La necesidad de que el hombre aprenda que de la justicia y de la solidaridad de sus actos dependen la vida y la integridad de la manada.
No os la perdaís.
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