"El Revolucionario verdadero está guiado por profundos sentimientos de amor"
Cuando el Che Guevara escribió esta frase, no escribe una frase suelta para adornar un artículo, al contrario, expone una tesis fundamental de
La imagen del Ché se ha convertido en un icono, la gente lo lleva en camisetas, en pegatinas, chapitas... Los de derechas sienten adversión al verlo, los de izquierdas alzan el puño y gritan "hasta la victoria siempre"... Algunos lo llevan en poster, otros lo llevan al lado de la chapita de la marihuana...
Sea como fuere,se trata de un cliché está trilladisimo... Pero, ¿ quién conoce de verdad la vida y obra de Enersto Guevara? ¿ La gente que lo critica sabe lo que hizo? ¿ La gente que lo lleva sabe lo que defendía?
El Ché no era un personaje de la prensa rosa, no estamos hablando de un politico ni de un charlatán... Tampoco era un dictador ni un comerciante...
El Ché era un hombre que vivió apasionadamente, hasta el punto de dar su vida por un ideal... Su vida... qué más se le puede pedir a un hombre....Independientemente de sus métodos, de estar de acuerdo o no con él, su imagen merece un respeto por parte de todos. No sólo por parte de los que lo critican, sino por parte de los que lo llevan y van a los grnades almacenes a seguir consumiendo, los que lo llevan como icono y no son capaces de dar nada por los demás...
La película recientemente estrenada, " Ché el argentino" me ha gustado en ese sentido. No han hecho una pelicula comercial, con banda sonora espectacular, con frases comerciales, con clara trama, principio y fin...
A mi gusto han hecho una película valiente y fiel a la imagen y escencia del Ché...Independientemente de que la industria norteamericana no sea el mejor sitio para difundir la imagen de Guevara..independientemente de hacer dinero a base de la imagen de un hombre que defendía lo contrario... Independientemente de todo, la peli es buena...y ojalá sirva para conocer su imagen un poco más...
Una Revolución tiene como centro, como fundamento, el rescate de la capacidad amorosa de la sociedad que se ha perdido en los tremedales del capitalismo.
La batalla no es sólo por derrotar al enemigo oligarca, es también, y principalmente, por construir una nueva cultura, una nueva manera de relacionarse, un nuevo mundo, y esto sólo es posible fundamentado en profundos sentimientos de amor.
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